Nuestros cachorros trabajando.
“Saludos a todos.
Quiero compartir con todos estas fotos, y esta experiencia, para que se sepa lo que es un mastín de verdad, y con solo apenas seis meses: Mis tres mastines (los “peques” de Juan…), ya los he escuchado varias veces entrar a la pelea con los jabalís, pero Chino (antes Koala), hijo de Navarra y Drago, han tenido, junto a su hermana de camada Musa (antes Kira), y con Padrino (antes Junco), hijo de Pipa y Yago, pelea otra vez esta noche con un jabalí. Musa y Padrino han salido indemnes, pero Chino, ha recibido dos embestidas. Parece que la primera, le entró por la barriga, con salida algo más arriba por el otro lado en la parte cerca de las costillas. La otra, le ha pillado en el sobaco. Lo cual quiere decir, que tras el primer ataque, Chino, lejos de amedrentarse, ha vuelto a la carga, y es ahí que recibió la segunda en el sobaco. Lo cual quiere decir también, y puesto que el perro (junto con los otros dos) ha sobrevivido, que han puesto en fuga al jabalí. Y aún más, cuando esta mañana los he ido a encerrar, y antes de apreciar en su dimensión las consecuencias de la pelea, los tres perros venían parque arriba de donde se ha producido la dicha pelea. Ahí, sin miedo o estar escarmentados de la escaramuza, valientes como ellos solos. Este jabalí, a juzgar por unas heces que detecté (he trabajado en granjas de cerdos) en el parque esta semana, se trataba de un ejemplar rondando los 80 kilos. Según mi opinión, confirmada por Marine la veterinaria, lo que ha salvado a Chino de morir destripado, han sido sus pieles, pues estas han amortiguado el golpe del colmillo del jabalí, haciendo que éste se deslizara o “patinara” bajo la piel, sin afectar en profundidad al músculo, y con muy poco desgarro de este. Ahora, gracias a Dios, y gracias a Marine la veterinaria, y a Florence la asistenta (ver las fotos), que Chino ha recibido sus cuidados y suturadas sus heridas, y esperemos Dios mediante, que en un mes vuelva “a la carga”. Ahora mi esposa y yo estamos encantados de tenerlo dentro de casa hasta su recuperación.
Juan (y todo el resto del equipo de Picuxiana): Gracias por tan magníficos perros, esos mastines que crías, los cuales me dan tan buen servicio, de lo funcionales, valientes y bravos que son. Sigue así y no cambies. Que Dios os bendiga.
Con todo el agradecimiento de mi corazón.
Francisco Carmona Alonso.
(Guardés en Saint Bauzille de Putois, Francia)”